jueves, 7 de julio de 2016

UNIVERSOS PARALELOS

¿Quién eres? 
Un nombre y un cargo no responde quien soy.  
Primero porque mi nombre ni siquiera lo elegí, me lo eligieron, imposición materna y paterna. ¿Por qué habría de representarme entonces?  ¿Mi cargo? Lo admito: adoro mi trabajo pero no vivo para trabajar ni trabajo para vivir, sino que está en la delgada línea limítrofe.
Soy mujer, junto con millones de mujeres más, y la palabra mujer no me diferencia de ninguna de ellas. 
Somos complejas y únicas, por tanto decir “soy mujer” tampoco resolvía la pregunta en cuestión.
Y decir soy mujer, madre de familia, heterosexual, pacifista, de izquierda, adicta al chocolate, amante fiel, cinéfila, melómana etc. ¡tampoco me define!! 
Esos rasgos me caracterizan, pero no me definen.

¿Quiénes somos?  Queridos lectores: somos Universos Paralelos que conviven en un mismo universo, somos entes tan complejos, únicos y variantes, llenos de códigos e historias, llenos de talentos, gustos y vivencias tan diversas e irrepetibles  que tratan de convivir con otros universos igual de complejos.

La convivencia, coexistencia y conexiones solo se logran a través del respeto y la acogida. No hablo de tolerancia porque la tolerancia solo es “pasar” al otro, respetarlo, pero acoger se trata de validar al otro individuo como par, como igual, a pesar de las diferencias.

Acoger a alguien no es fácil, sobre todo porque por muy encantadores que seamos, aunque poseamos competencias blandas que faciliten la convivencia, nadie es “monedita de oro” para caerles bien a todos. Sin embargo, cuando acogemos y validamos al universo próximo aprendemos de ellos, entendemos sus conductas, y aunque no siempre las podemos justificar aprendemos a no juzgar.

La altura de miras con que midamos al resto será la vara con la que seamos medidos, lo que se refleja muchas veces en la forma que seamos acogidos al caernos. 

Si, tarde o temprano todos nos caemos. 

Nadie es perfecto y nuestros errores serán perdonados u omitidos de la misma forma en que nosotros hagamos lo mismo con el resto.
Al final esta Galaxia de factores humanos puede ser tan maravillosa o desastrosa dependiendo de cómo queramos mirarla y cómo nos validemos a nosotros mismos y al resto.
 La memoria de nuestros propios actos nos engrandece y nos ayuda a ser más comprensivos con los errores de los otros. No se debe juzgar a un libro solo por su portada.
La complejidad de nuestros universos va más allá de un coexistir y moldearse con las vivencias del día a día; va asociado a la decisión del nuestro propio sentido, quienes queremos ser, que queremos hacer con nuestras vidas, y si solo vivimos o trascendemos dejando huellas por donde pasamos, cambiando realidades, cambiando vidas, haciendo de este mundo un lugar mejor.

 Por tanto la próxima vez que alguien me pregunte quien soy,  le diré con mi mejor sonrisa: “Soy un Universo Paralelo al tuyo que crece junto a ti y que te invita a aprender de él”. 

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