sábado, 9 de marzo de 2013

No más TV basura


Desde hace un tiempo ya, nos estamos quejando que la televisión abierta es una basura. 
Nos bombardean con reality shows, programas de moda  que solo dejan en claro la falsedad de nuestra sociedad,  llenos de peleas pauteadas y carentes de real interés.
¡Para qué hablar de las tele series! 
Son una burla a nuestro intelecto.
 Historias  más antiguas que el hilo negro. Mark Twain, retuércete en tu tumba, que acá llegó Pobre Rico, parodiando tu novela El Príncipe y el Mendigo, o La Dama y El Vagabundo que tiene su equivalente con Dama y Obrero, solo que en la última el macho trabaja.
Y ustedes se preguntan: ¿dónde quedó la TV de antaño? Con un Semidiós que nos tenía al borde de los nervios, o programas como Mazapán, o incluso Arboliris con la Katita de la Televisión… ¡Hasta Hugo era más entretenido!
Y no pasa por que los guionistas sean malos, o porque en Chile la gente no tenga buenas ideas. Estoy segura que hay un montón de mentes creativas insatisfechas, hambrientas por exponer una nueva forma de hacer tv.
¿Y ENTONCES? ¿Qué nos condena a gastar dinero para acceder al History Channel y ver tv de calidad?
Damas y caballeros, les presento lo peor que le pudo pasar a nuestra TV: el PEOPLE METER.
¿Qué es el People Meter? Es una cajita electrónica instalada en los televisores que permite medir la sintonía de los programas, y con esta información nace el conocido Rating.
Ojo: el aparato no puede ser adquirido, ni tampoco puede una persona ofrecerse voluntariamente para el estudio. La empresa encargada realiza los estudios correspondientes y lo ofrece a un grupo estadísticamente “significativo” de personas. La pregunta es, ¿Cuán “significativo” es el universo en cuestión?  y aquí señores viene la revelación: ¡solo existen 600 de ellos y solo en la región metropolitana!
¡Bingo! ¿Se dan cuenta? Por culpa de estos aparatos, a los canales de TV abierta NO les interesa lo que la gente de Regiones quiere ver, 14 regiones y a las televisoras solo le importa 1, ¿Qué pasa con el resto del país? Santiago NO es Chile, ¿hasta cuándo lo vamos a repetir?
Por un lado tenemos un grupo extremadamente reducido y segregado diciéndole al país qué debemos ver y por otro, el rating, lo que vende.
Si ponemos a un grupo de chicos en la pantalla, con derroche de lucas y juventud, y limitada capacidad para pensar, razonar, emitir opiniones, y sin tener sentido de la responsabilidad y la trascendencia, como resultado tenemos un grupo consumista hambriento de imágenes violentas y sexuales, que venderían hasta a su abuelita por fama, fortuna y popularidad.
Nos tienen locos con las  mismas noticias de madrugada, mañana, medio día, hora de almuerzo, media tarde, noticiero central y trasnoche ¿Y quién está realmente informado? Solo muestran lo que les interesa mostrar, pero las verdaderas noticias NO se transmiten.
 Tenemos un angelical canal que no da publicidad de pastilla del día después, ni promueve el uso del condón o de algún método anticonceptivo. Tiene un cura nazi que proclama por la pérdida de valores, porque según él todos arderemos en el infierno como en Sodoma y Gomorra. Sin embargo, ese mismo canal muestra culos y tetas todo el día sin distinción de horarios para menores, con  animadores imbéciles que creen tener la razón, desconociendo muchas veces donde están parados.
Ni hablar de  los opinólogos, seres muchas veces salvajes que insultan de forma bestial a quienes se cruzan en su camino, haciendo críticas que caen en lo misógino, homofóbico y xenófobo, y que por arte de magia y lucas disponen de HORAS y hasta días para explayarse. Programas enteros de pura rabia, pero cuando invitan a un médico, ingeniero, artista o profesional medianamente preparado lo apuran porque “un minuto en televisión vale oro”, y ya viene Carol Dance.
No seamos ingenuos, la televisión es el medio más masivo para llegar a la gente. Muchos dirán, la lectura y la radio son cultura. Estoy de acuerdo con ello, pero para cultivar hábitos lectores, necesitamos al menos un lector por familia. Lo que en muchos casos es imposible, primero por los altos costos asociados a la lectura y segundo por la poca difusión.
¿Cómo le digo a la gente que lea a Herman Hesse si no saben quién es Herman Hesse. ¿Cómo difundo la lectura si no leen?
Volvemos a la Cajita Idiotizante. La mejor forma de difundir un mensaje, sea cual sea, es la Televisión. Por eso urge cambiarla.
Tenemos un increíble festival anual de teatro, Santiago a Mil, ¿Porqué no televisarlo? Hay un montón de presentaciones gratuitas… Quitémosle espacio a Mundos Opuestos y transmitamos teatro. Y si de copiar se trata, hagamos nuestro propio “Precio de la historia” en el Persa Bio-Bio.
Conversemos más, pelemos menos en televisión… Eso de la peor vestida o el romance de la semana ¿qué transmite a nuestros hijos? Solo DISCRIMINACION y  oiga, señora: a mí no me interesa si Juanita Pérez se acostó o no se acostó con Dieguito. Ya es bastante trabajo cuidarse el trasero propio para andar preocupada del trasero ajeno. Y esos programas faranduleros que exponen a la gente mediática son como la inquisición. Juanita se acostó con Pedrito, ¡Juicio Público!! ¡Hay que Quemar a la Puta!!
¿Y cómo solucionarlo…? Apague la TV, prenda la mente, deje que los niños sigan siendo niños después de los 8 años,  Vamos al parque, busquemos actividades gratuitas y sobre todo, ¡NO COMPREMOS EL ESTEREOTIPO QUE NOS VENDEN!!
Si quiere poner un alto a la TV basura, no compre basura. Seamos felices libres pensadores que nos damos el tiempo de hablar con nuestros hijos, en vez de dejar que la cajita tonta los eduque. Vivamos más y pasemos menos tiempo frente al televisor.

viernes, 1 de marzo de 2013

Yo los declaro Marido y Hombre (Puede Besar al novio)



Matrimonio Igualitario, una lucha de años para las minorías sexuales, algo que es un derecho para el mundo, para ellos es un lujo.
¿Cuántas veces han escuchado eso de “Yo no creo en el matrimonio”?  Es increíble la cantidad de gente que vive junta sin un vínculo legal. Y está súper bien, nadie debe hacer  nada que no quiera o en lo que no crea y  para muchos es solo una firma en un papel. Y si es tan simple como eso, ¿porque negárselo a quien quiera casarse con alguien de su mismo sexo?
Es insólito cómo se han ido en picada el clero y los más tradicionalistas, sobre un tema que en muchos países no es tal.  El Matrimonio igualitario: la figura legal que permite que dos personas del mismo sexo puedan optar a una vida juntos con derechos y deberes.
Y no se trata solo de decir  “soy casado” y lucir un anillo en la mano izquierda, se trata de mucho más.  El matrimonio es un Contrato Civil donde dos personas se unen ante la ley.
Independientemente del régimen patrimonial escogido por los cónyuges, existen ciertos deberes legales que se caracterizan, por una parte, por poseer un evidente carácter ético y, por otra parte, por ser recíprocos.
Pues bien, dichos deberes son:
  • Deber de fidelidad: Se refiere a la obligación que tienen los cónyuges de no mantener relaciones sexuales sino con su respectivo marido o mujer. Actualmente la infracción a este deber es causal de divorcio.
  • Deber de socorro: Supone la obligación que tienen los cónyuges de ayudarse económicamente entre sí, especialmente cuando se encuentran separados. Por eso este deber se relaciona directamente con el derecho de alimentos que puede ser recíprocamente demandados por marido y mujer, dependiendo de las capacidades económicas del demandado y las necesidades económicas del demandante.
  • Deber de ayuda mutua: Se refiere a la obligación que tienen ambos cónyuges de brindarse cuidados personales y constantes, especialmente en caso de enfermedad.
  • Deber de respeto recíproco: Se refiere al cuidado que cada cónyuge debe tener con respecto a la integridad física y psíquica del otro.
  • Deber de cohabitación: Se refiere al deber de vivir en el hogar común y mantener relaciones sexuales permanentes, salvo que asistan causas justificadas.
  • Deber de auxilio y expensas para la litis: Se refiere al deber que poseen los cónyuges de ayudarse y colaborar recíprocamente en caso de que uno de los cónyuges sea demandado judicialmente.
Lo más grave es que estamos negando estos derechos y deberes a muchos,  solo por elegir querer pasar la vida con alguien que usa su mismo camarín.
¿Qué es lo que nos complica tanto? ¿Por qué nos parece tan aberrante?
¿Solo porque es distinto?  Vivimos en una sociedad que se jacta de ser vanguardista y seguimos condenando todo lo que escapa de nuestra idiosincrasia.
Si sale un chico con su cabello color arcoíris, con pircing hasta en los labios, la mitad de la gente estará mirándolo y la otra mitad fingirá que no lo ve, solo para observarlo de reojo y pensará:  “Debe ser un vago, con esa pinta debe ir a comprar drogas y debe tomar todo el día” y tal vez ese chico,, cuida a su mamá enferma y como es tan buen niño a su madre no le interesa como anda vestido, ni de qué color tiene el pelo, ella lo verá como un ángel celestial al que adora.
Entonces ¿porque nos parece tan mal que dos personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio? ¡¡¡SON PERSONAS!!! Más allá de  que nos guste o no.
La homosexualidad ha estado presente en la humanidad desde su inicio, es una condición, como el color de cabello o las manchas en la piel.
Por lo  tanto no podemos negar a otros derechos que son universales, o la posibilidad de casarse, sólo por nuestros prejuicios o creencias religiosas.
El Matrimonio Igualitario no debe ser un lujo, es un derecho que estamos vulnerando con esta sociedad con ego nivel Dios.
Ya es hora de hacer los cambios y equilibrar la balanza, por tanto, yo los declaro Marido y Hombre, bese al Novio y sea  Feliz!