jueves, 17 de enero de 2013

EFECTO MARIPOSA


Qué rabia cada vez que escucho eso de: ¡TU SOLA NO PUEDES CAMBIAR EL MUNDO!
¡Cambiar el mundo!, ¿Quién no lo ha soñado alguna vez?, John Lennon creía que si se podía, Gandhi también. La pregunta es: ¿porque nosotros no?
¿Y qué se necesita para cambiar el mundo?  No necesitamos grandes actos, grandes mártires ni grandes hazañas…. Para lograrlo sólo necesitamos constancia y voluntad
En primer lugar, debemos ser conscientes de los cambios que ocurren a nuestro alrededor, en el día a día, en la simpleza de lo cotidiano. De lo que logra una palabra amable, una sonrisa. Una llamada en el momento oportuno puede salvar una vida y cambiar el mundo en ese momento.
No es necesario buscar a potenciales suicidas para cambiar el mundo,  pensemos lo siguiente:¿cuántas veces saludamos a la cajera del supermercado? ¿Conocemos su nombre? ¿Sabemos algo de ella?  Esa mujer nos atiende día a día, es parte de nuestra vida y la ignoramos… ¿y la señora que vende sopaipillas en la esquina? Cuántos de los que están leyendo esto conocen a sus caseros en la feria? ¿Y la señora que hace aseo en la oficina? ¿El hombre que recoge la basura? Su vecino del frente, ¿lo conoce?
Ser amable y conocer a otros es fundamental, pero veamos más allá, cambiar el mundo es un efecto mariposa, usted sonríe a su cajera ¡¡y al otro lado del mundo acaba de evitar una guerra!!  Usted dirá, ¿pero cómo?  Y yo le diré como.
 Si usted es amable con el resto, el resto se pone de buen humor, al ponerse de buen humor hace las cosas bien y también es amable con otros siguiendo el ejemplo que usted le ha dado y, a su vez,  harán cosas lindas por otros también, de esta forma usted estará contribuyendo a la paz mundial. ¿Qué tal?…
Imagínese un mundo donde no exista la guerra, donde seamos iguales, donde nadie esté por encima del otro, donde nos respetemos.
Donde la política o la religión no hagan merma de la humanidad, donde el credo y el color no nos hagan distintos, donde no haya un infierno. Un mundo sin fronteras, donde todos podamos vivir en paz.
Creamos que un día podemos vivir todos como lo que somos: hermanos,  sin morir por pensar distinto. Sin envidias ni ansias de poder, sin codicia, sin hambrunas, donde seamos más que un número, seamos sentimientos, ideas y acciones… sé que sueno utópica, pero no lo es, de verdad es posible.
Otro mundo es posible si somos menos egoístas y educamos a nuestros hijos así, No como islas, si no que  preocupados del prójimo, Pequeños gestos marcan la diferencia, como escuchar al otro, no tirar papeles en la calle, ayudar a cruzar a alguien, devolver lo que no es nuestro, sea amable, ceder el asiento. Sonría, es gratuito y para quien la recibe  no tiene precio.
Devuelva la pelota cuando caiga en su patio, no ponga la música tan fuerte, quizás el de al lado quiere dormir, use buenas palabras. Por favor y gracias no tienen que pasar de moda, seamos pacientes, tolerantes y no abusemos de la buena voluntad del otro. Digamos te quiero sin miedo, amemos como si fuera el ultimo día, no veamos la mitad del vaso vacío, más bien seamos felices con lo lleno que pueda estar.
Nada es absoluto excepto la muerte, hasta entonces vivamos nuestra vida intensamente, preocupémonos más del interior que del exterior. Llenémonos de paz, armonía y amor, alejemos el cahuín y la mala onda, no vale la pena…
Preocupémonos más de la gente y menos de las cosas, más de lo que somos, menos de lo que tenemos, la belleza es tan subjetiva y está en los ojos de quien la ve, lo esencial siempre es invisible a los ojos dicen por ahí…
Creamos que otro mundo es posible y cambiamos a partir de nosotros, recuerde que  la caridad empieza por casa … y no se olvide del efecto mariposa, cambias tú, cambia el mundo.
¡EL MUNDO CAMBIA CUANDO TU DECIDES CAMBIARLO!

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